La Tecnología Asistiva en Personas con Trastorno del Espectro Autista

Deseo iniciar este escrito retomando parte de lo que plasmé en la primera entrada del mes publicada el pasado 1 de abril: «La agenda 2030 de la ONU para el Desarrollo Sostenible adoptada a nivel mundial en el año 2015, incluye el compromiso por el desarrollo de programas accesibles que garanticen la inclusión para que ‘nadie se quede atrás’, lo que es indispensable e invaluable para garantizar la participación plena de las personas dentro del espectro autista».

Dentro de los recursos existentes en la actualidad que ayudan al cumplimiento de dicho objetivo, se encuentra la Tecnología Asistiva la cual, categóricamente, ayuda tanto a romper barreras, como estigmas y crear nuevos paradigmas, de muchas maneras, en todas las etapas de la vida, por lo que garantizar el acceso a esta es prioritario. Pero ¿Qué quiere decir Tecnología Asistiva y cuál es su aplicación en personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA)?

Por Tecnología Asistiva (TA) o Tecnología de Asistencia entendemos cualquier método, artículo, equipo, dispositivo o sistema (ya sea adquirido comercialmente o de manufactura personalizada) que proporciona ayuda técnica y cuyo fin es el de brindar, aumentar mantener o mejorar las capacidades funcionales de un individuo, bien sustituyendo una función o potenciando lo conservado de la misma.

Los recursos de TA pueden clasificarse en No Tecnológicos, de Baja Tecnología, de Mediana Tecnología y de Alta Tecnología.

Paradójicamente, la TA no tecnológica, se refiere a cualquier método que no implique ningún tipo de tecnología. Por ejemplo, la enseñanza de gestos propios de la lengua de señas a personas con TEA no verbales. En el caso de la de baja tecnología, incluye material de asistencia básica y de bajo costo como, por ejemplo, el Sistema PECS (Picture Exchange Communication System) pero de manufactura casera, libretas personalizadas con rutinas, agenda de actividades diarias, flashcards, libros de historias sociales, llaveros comunicadores, alarmas, etc. La de mediana tecnología abarca dispositivos electrónicos de moderado costo como Tabletas y celulares en los cuales se pueden descargar aplicaciones y material como el de bajo costo, pero en formato electrónico, así como computadoras y software generadores de voz. Por último, la de alta tecnología, también de alto costo, involucra robótica e inteligencia artificial, entre otros.

Las áreas de uso de la TA es muy diversa, dentro de las cuales se ha comprobado su utilidad para:

  • Comprender y organizar el entorno.
  • Organizar el tiempo.
  • Interactuar socialmente.
  • Motivar.
  • Desarrollar diferentes habilidades cognitivas (como la atención).
  • Mejorar aspectos académicos.
  • Aprender rutinas de autonomía, autoayuda e independencia.
  • Desarrollar o mejorar habilidades comunicativas expresivas.

Siendo esta última en donde la evidencia más ha demostrado sus beneficios.

Es importante que tengamos presente que la TA es facilitadora de procesos y que no reemplazan el rol protagónico del ser humano. Así mismo, no debemos olvidar que las alteraciones sensoriales son la base de muchos de los síntomas característicos del TEA, por lo que el uso y/o frecuencia de uso de la Tecnología Asistiva debe ser fundamentado en el beneficio sobre los riesgos, siendo la edad del individuo, la severidad de los síntomas, la presencia de comorbilidades mèdico-psiquiátricas, etc., factores determinantes a ser considerados por un profesional idóneo que conozca de esta y el historial clínico integral de la persona que se pretende beneficiar.

#30DíasConElAutismo

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