ACERCA DE MÍ

Dra. Melina Mancuso

▫️Médica (Universidad Autónoma de Guadalajara, Jalisco, México,

2002).

▫️Especialista en Psiquiatría (Instituto Jalisciense de Salud Mental,

Jalisco, México, 2010).

▫️Posgrado en Psicooncología (Universidad de Favaloro, Ciudad

Autónoma de Buenos Aires, Argentina, 2010).

▫️Posgrado en Autismo y Trastornos del Neurodesarrollo Infanto-

Juvenil (Universidad de Favaloro, Ciudad Autónoma de Buenos

Aires, Argentina, 2010).

▫️Experiencia en la evaluación y atención integral en salud mental de

personas con todo tipo de discapacidad y sus familias. 

▫️TEActivista y Advocate sobre Salud Mental, Neurodiversidad,

Neurodivergencia, Neuroeducación y trato adecuado de personas

con todo tipo de discapacidad. 

▫️#ActuallyAutistic

Mis motivos y porqués

Tenía alrededor de tres años la primera vez que alguien me escuchó decir que quería ser doctora. A esa edad nuestro cerebro ya tiene la capacidad de “inscribir” acontecimientos en la memoria. Sin embargo, se  hizo consciente en mi caso hasta un año después. Recuerdo de manera vívida una conversación con mi hermano sobre cómo él se dedicaría a «traer niños al mundo” y yo me encargaría  «de cuidarlos”. Mi hermano cumplió su palabra: hoy es un exitoso Gineco-Obstetra. En mi caso, aunque en el camino reforcé mi admiración y amor por los niños, reemplacé la opción de ser Pediatra por la necesidad de ir un poco más allá del cuerpo físico, a raíz de una fuerte experiencia que viví a nivel personal.

A mis escasos 12 años y debido a una severa malformación en la columna, requerí de una intervención quirúrgica,seguida por un proceso prolongada rehabilitación, básicamente, para “reaprender” a caminar, lo que me confinó a vivir en un hospital durante mucho tiempo. Sin embargo, el trato que recibí por parte de todo el equipo de atención fue tal, que recuerdo claramente haber reconfirmado mi anhelo de ser doctora para poder así ayudar a otros a sentirse  igual de bien, pese a la adversidad, pese al dolor… mucho dolor.  Fue en ese momento que integré al ser humano como un todo, empezando por mi propia persona, y me di cuenta de que la percepción de bienestar efectivamente depende de “algo” más allá que solamente del cuerpo: la mente.

Ese evento en mi vida fue primordial para que, ya como médico en formación, me fuera imposible desprenderme de todo aquello no tangible que conforma al ser humano, pero que reposa en estructuras anatómicas cerebrales específicas y fluye a través de circuitos neurológicos precisos. Estoy convencida que el camino trazado desde entonces, era el de la Psiquiatría.

Gracias a los avances de la ciencia el concepto de Psiquiatría ha evolucionado:

Textualmente, del griego “psykhe”=mente, “iatreia”=curar; e “ia”=acto “el acto de curar el alma” y, en el contexto científico actual, “el acto de curar la mente”.

La Psiquiatría es hoy, una ciencia reconocida y capaz de explicar los trastornos emocionales y mentales, más allá de las teorías sobre los “humores” corporales, posesiones demoniacas o simples mecanismos de defensa, como antiguamente se creía. Los seres humanos somos criaturas complejas —en mi opinión la más compleja de todas— dinámicas, en constante cambio, producto de la interacción entre todo aquello que biológicamente nos conforma desde el momento en que somos concebidos y nuestras propias experiencias.

Sin embargo, en pleno siglo XXI y a tan sólo un “clic” para acceder a todo tipo de información decadente que nos demuestra la realidad negativa humana, así como infinitas soluciones ficticias, se sigue estigmatizando y subestimando a las personas que presentan un trastorno mental, al profesional que los atiende y, sobre todo, el impacto que esto genera en sus vidas y en la salud pública.

Sí, la Psiquiatría es la rama de la medicina que se encarga del diagnóstico, tratamiento y prevención de los trastornos mentales. Sin embargo, ante la realidad comentada, he decidido volcar mi atención y esfuerzos sobre dos pilares contemporáneos indispensables: la PREVENCIÓN y la PSICOEDUCACIÓN.

Hoy simplemente me libero de reproches y decido actuar: psicoeducando sobre las mil caras de la salud mental y sobre las múltiples alternativas para su adecuada atención integral, dejándo en el camino, un poquito sobre la forma en que “el universo de la salud mental” ha transformado mi propia vida y manera de ver el mundo.